Emigrar para ganarse la vida parecía un capítulo cerrado en la historia de Irlanda, cinco años atrás denominada por economistas como paradigma de éxito a escala internacional y ahora con cifra récord de desempleo.
El estallido de una especulativa burbuja inmobiliaria incubada durante años generó males que parecían imposibles en este país, de poco más de cuatro millones de habitantes y cuya tasa de desocupación trepa al nivel más alto desde 1994.
Un agujero empezó a formarse en 2008, cuando las acciones del principal banco del país, el Anglo Irish Bank, cayeron 15 por ciento, según un estudio del Instituto de Investigación Económica y Social.
Para fines de ese año, acorde a la investigación, el boquete bancario se estimó en siete mil millones de euros, y en solo un mes ascendía a 11 mil millones.
En la actualidad el agujero de capital se estima en una cifra próxima a los 50 mil millones de euros, de los cuales cerca de 35 mil millones, corresponden al rescate del Anglo Irish Bank, entidad con sospechosos vínculos con el partido liberal Fianna Fáil, histórica formación dominante en Irlanda.
La crisis financiera que casi llevó al también denominado Tigre celta a la insolvencia constituye un ejemplo de lo que una política neoliberal estricta puede conseguir a manos de la especulación financiera, a juicio de analistas.
Pese a ingente resistencia, el gobierno de Dublín se vio obligado a recurrir a finales de 2010 a un rescate del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvar a sus alicaídas entidades crediticias, responsables de la debacle económica.
Deterioro del mercado laboral
A cambio del rescate internacional, valorado en 85 mil millones de euros, fue impuesto un drástico plan de austeridad y privatizaciones, con sus consiguientes saldos de reducciones salariales y desempleo.
La actual tasa de desocupación llegó al cierre de 2010 a 14,7 por ciento de la población económicamente activa, superior al 13,6 por ciento pronosticado por la Oficina Central de Estadísticas (CSO por sus siglas en inglés).
Esa entidad también reveló que un tercio de los menores de 25 años están desempleados.
Para el director de economía del Banco de Irlanda, Dan McLaughlin, la sorpresa no viene tanto en el sector del empleo, que se esperaba.
Lo alarmante fue que la fuerza de trabajo permaneció sin cambios al cierre del pasado año.
Los analistas estiman que a pesar del rebote de los indicadores macroeconómicos en los últimos meses, especialmente en el caso de inflación y ventas minoristas, prosigue el deterioro del mercado laboral irlandés.
Asimismo, consideran que la precariedad del sector será aleccionador para el primer ministro Enda Kenny, del partido Fine Gael (FG), quien desde su arribo al poder a principios de marzo dedica su mayor esfuerzo a reclamar de la Unión Europea una rebaja de intereses del millonario rescate.
Crisis y desesperación
Como consecuencia de la crisis, cada vez es mayor el número de personas que opta por el suicidio, ante la falta de alternativas para llevar una vida de opulencia, como ocurría en el pasado cuando la economía del país acusaba un acelerado desarrollo.
Las entidades irlandesas de caridad sostienen que en la actualidad, son más las personas que se quitan la vida, mediante el ahorcamiento como método común, que las fallecidas por accidente de tránsito.
Al finalizar 2009, un año después del comienzo de la crisis, se registraron más de 500 suicidios, principalmente hombres de mediana edad, aunque muchos sospechan que el número real es mayor.
Organizaciones dedicadas a combatir el problema estiman que el incremento de esas muertes está ligado a la recesión económica.
Geoff Day, de la Oficina Nacional de Prevención de Suicidios, argumentó que quienes se quitaron la vida tenían trabajo pero luego quedaron desocupados o con problemas financieros y no encontraron otra salida.
Muchos prefieren emigrar
En tiempos de austeridad económica, muchos jóvenes vuelven a considerar seriamente la posibilidad de emigrar como hicieron sus antepasados.
De acuerdo con el sindicato irlandés de estudiantes, más de 150 mil jóvenes se marcharán en los próximos cinco años del país
La Oficina Central de Estadísticas, por su parte, señala que de 2009 a 2010 emigraron 27 mil 700 irlandeses, frente a 18 mil 400 en igual período precedente.
Realmente no sabemos lo que va a ocurrir, sobre todo hacia dónde vamos financieramente, explica Kevin Gleeson, un estudiante de 19 años consultado por la prensa local.
Por su parte, Kevin Fitzgerald, alumno del prestigioso Trinity College de Dublín, estima que en lo profesional, la única salida es emigrar.
Soy irlandés y me encantaría seguir aquí pero si no hay trabajo no nos quedará más opción que irnos al extranjero, afirmó Fitzgerald.
Como este estudiante, otros muchos optan por seguir los pasos de sus antepasados emigrados del país en la época de la Gran Hambruna, a mediados del siglo XIX.
El actual panorama contrasta con el de años atrás. Entre 1997 y 2007, la pequeña isla europea atrajo a 738 mil inmigrantes extranjeros, principalmente de Europa del Este.
Para muchos investigadores de la economía irlandesa, la oleada emigratoria está motivada por las dificultades internas del país, cuyo déficit público se disparó a la alucinante cifra de 32 por ciento del Producto Interno Bruto.
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