miércoles, 6 de abril de 2011

RAUL WINNER - COLUMNA

Tremendas ovejitas

La figura aquella del lobo vestido con piel de oveja que ilustró la tapa de un diario limeño hace algunos días, para aludir a Ollanta Humala, sugiere la idea que sus rivales sí son honestos ovinos de la manada, a los que no hay que tenerles ningún miedo.

Más aún se pretende que no se puede confiar en un candidato como Ollanta que no reconoce que lo financia e inspira el presidente venezolano, que fue el argumento más usado durante las elecciones de 2006, para desprestigiarlo y derrotarlo.

No es sincero, dicen, porque en su programa habla de impulsar el desarrollo de una economía nacional, y en sus apariciones por televisión asegura que habrá estabilidad, cuando lo que debería reconocer es que habrá inestabilidad, para que pierda.

Miente porque dice que respetará la libertad de prensa cuando en su Plan de Gobierno indica que las nuevas frecuencias de la televisión digital se distribuirán democráticamente, cuando ya se las han repartido sin decirle nada al pueblo.

Claro que esto se puede tomar como un indicio de que piensa cerrar los diarios, como que la regulación estatal que propone el Plan debe significar una estatización disfrazada y el cambio de Constitución, la reelección indefinida.

También es para pensar lo que puede llevar dentro una oveja verdadera: por ejemplo, la hija del dictador, que ayer celebró en familia los 19 años del golpe de Estado que impuso las leyes de excepción y que llevó a la cárcel a cientos de inocentes por falta de garantías, esos que ahora irresponsablemente ella y Toledo han convertido en un concurso de acusaciones sobre qué gobierno liberó más “terroristas”.

¿No esconde la sonrisa de la gordita un germen golpista, reeleccionista, corrupto, violador y pervertidor de la libertad de prensa? Claro que sí, como que tiene a casi todos los actores de los 90 a su lado, todos ellos conectados al lobazo de la Diroes. Pero no es el único: ¿o alguien ha olvidado que Castañeda era funcionario de Fujimori (presidente de la seguridad Social) cuando el 5 de abril de 1992 y no renunció hasta 1996 al cargo, en el que toleró el congelamiento de las pensiones de la 19990 y la destrucción de las pensiones públicas a favor de las AFP?

¿Alguien recuerda a PPK enfrentando a Fujimori, oponiéndose al golpe de Estado, llamando al boicot a la dictadura como hizo Vargas Llosa? Nada que ver. Si el gringo volvió al Perú en la segunda mitad de la década autoritaria fue para comerciar con un régimen que se avenía perfectamente a los contratos corruptos, esos que no quieren ahora que se revisen y se subordinen a las leyes, y no se hizo bolas de representar a los Chilenos en Edelnor para reducir impuestos a las eléctricas y a LAP para la entrega del aeropuerto.

Exactamente un lobby feroz con piel de tecnócrata eficiente, que luego se convirtió en ministro para sacramentar sus tropelías.

Pero el mejor de todos es Toledo, que es un almacén de disfraces acompañándolo a todas partes. Fujimorista y antiFujimorista; que “se la juega” el 2000 y “no se la juega” el 2011; que quiere cambiar la Constitución (discurso de 28 de julio de 2004) y ahora dice que eso crea Desempleo y falta de inversiones; que empieza la campaña planteando cambios y la concluye llamando al no cambio y al voto asustado. Una tremenda ovejita, que se las sabe todas.

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