La declaratoria sobre su culpabilidad o inocencia que haga, este viernes, el llamado “Carnicero de los Andes” Telmo Hurtado, ante el tribunal que lo juzga por la masacre de Accomarca, podría poner a temblar al presidente Alan García y los jefes militares que le ordenaron ejecutar este espantoso crimen de lesa humanidad.Así lo señaló la abogada de los deudos de las víctimas de Accomarca, Karim Ninaquispe, quien dijo que Telmo Hurtado empieza a contar toda la verdad y al decir quiénes le dieron las órdenes para cometer el crimen se rompería el encubrimiento de la cadena de mando en el Ejército.
Sostuvo que si eso ocurriera la Sala Penal Nacional que juzga a Telmo Hurtado podría abrir una nueva investigación en la que podría estar implicado el presidente Alan García y los altos mandos militares que transmitieron las órdenes al llamado “Carnicero de los Andes”
La abogada informó a LA PRIMERA que la Sala Penal Nacional que juzga a Telmo Hurtado, lo ha citado este viernes 22 de julio, a fin de ponerlo en conocimiento de los delitos imputados en su contra, como son los de asesinato y desaparición forzada de personas.
“Y, a continuación, se le preguntará a Telmo Hurtado si se considera inocente o culpable de los graves cargos en su contra”, anotó.
Ninaquispe refirió que de declararse culpable, la Sala deberá emitir sentencia o, en caso de declararse inocente, sería incluido automáticamente en el juicio que se les sigue a sus demás coinculpados militares.
La audiencia está fijada para las dos y treinta de la tarde en una sala de juzgamiento del penal Castro Castro, el centro de reclusión del exmilitar. Ninaquispe informó que anteayer se desarrolló una audiencia preliminar, por la que la Sala puso en conocimiento de las partes de la captura y detención de Hurtado, así como su posterior internamiento en la prisión de Castro Castro.
Sin embargo, no solo García es el único que podría poner las barbas en remojo. También lo sería su jefe inmediato más conocido: el general de Ejército en retiro José Williams Zapata. Williams, quien en el 2006 fue designado oportunamente por Alan García representante del Perú ante la Junta Interamericana de Defensa, es recordado como el jefe de la Operación Chavín de Huántar en la que se liberó a los rehenes de la residencia del embajador del Japón, en 1997.
Pero, en el año 1985, Williams era mayor del Ejército y, como tal, jefe de la Compañía de Comandos Lince, que intervino en Accomarca. De acuerdo a investigaciones seguidas en el Perú, Williams participó en el planeamiento de la “Operación Quebrada Huancalloc”, la misma que derivó en los crímenes de Accomarca. Sin embargo, el citado exoficial siempre alegó “no haber estado presente” en las operaciones propiamente dichas.
De otro lado, la abogada de los deudos de Accomarca indicó que la parte civil ha solicitado a la Sala, y al Poder Judicial, dar una mayor atención a este caso, ante la falta de una mayor celeridad en las audiencias de esta importante causa que registra un asesinato en masa y una brutal violación de los derechos humanos, “Nosotros entendemos que la justicia peruana tiene muchos otros casos de juzgamiento pendientes de resolver, pero requerimos la necesidad de una mayor facilidad, a través de audiencias mucho más continuas, horarios mejor establecidos y un mayor tiempo para estas diligencias, a fin de culminar de una manera rápida”, detalló.
LA MASACRE La Masacre de Accomarca ocurrió el 14 de agosto de 1985, en el departamento de Ayacucho, durante el primer gobierno de Alan García. Pese a las evidencias que demostraban la responsabilidad de las Fuerzas Armadas en dicha matanza, losmilitares involucrados fueron procesados por la Justicia Militar, tribunal que solo condenó a seis años de prisión al entonces subteniente Telmo Hurtado por los delitos de abuso de autoridad y negligencia, siendo favorecido posteriormente por las Leyes de Amnistía. En febrero de 2005, la Fiscalía de derechos humanos de Ayacucho, formalizó denuncia penal contra Hurtado y demás oficiales presentes durante la masacre. De las 69 víctimas ejecutadas, 30 eran niños y 27 eran mujeres, quienes previamente fueron ultrajadas sexualmente por las patrullas militares.
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