El fiscal del caso Accomarca, Luis Landa, afirmó que lo expresado por el “carnicero de Accomarca”, el teniente Telmo Hurtado, en el sentido de que como oficial del Ejército solo se limitó a cumplir órdenes, demostraría que existió el mandato expreso de altos jefesmilitares de aniquilar a los 69 campesinos, entre ancianos y niños, aquel funesto 2 de agosto de 1985.
“Lo que ha dicho últimamente Telmo Hurtado ha sido muy importante para el juicio referido a la matanza de Accomarca, porque demostraría que él no actuó por cuenta propia, sino que existió una orden venida por parte de sus jefes militaresde aniquilar a los campesinos”, dijo Landa aLA PRIMERA.Hurtado implicaría de esta manera a quienes fueron sus inmediatos jefes superiores, como el jefe de las patrullas “Lince”, José Williams Zapata (más tarde héroe de la operación Chavín de Huántar); el jefe de operaciones del G3, Carlos Delgado Medina; el jefe del Estado Mayor, Nelson Gonzales Feria, y el jefe político militar, Wilfredo Mori Orzo, en los sangrientos asesinatos de Accomarca.
“Ellos hasta ahora vienen diciendo en los interrogatorios que no sabían nada de la masacre de Accomarca. Reconocen que existió el plan Huancayocc, que era capturar sospechosos terroristas y destruir elementos terroristas, pero que nunca ordenaron cometer la masacre de Accomarca. Hurtado ahora dice que sí existió una orden”, expresó.
Así, tan trascendentales son las declaraciones del “carnicero de Accomarca” que, al parecer de Landa, revelaría que durante la guerra interna existió una lucha antiterrorista despiadada y que los efectivos militares no actuaban por cuenta propia sino en base a órdenes superiores para asesinar. “Los planes antiterroristas de aquellos años eran arrasar con todo, porque no se tenía piedad ni con los niños ni las mujeres ni ancianos, a quienes se sacaban de sus humildes viviendas para asesinarlos. Telmo era quien actuaba destruyendo, era un ejecutor, el autor material, pero hubo órdenes”, manifestó.
Sí huyóDe otra parte, Landa refirió que a pesar que no existió en el año 2000 una orden de detención en contra de Hurtado, sí se puede afirmar que éste huyó del país porque intuía que se le venía encima un juicio por crímenes de lesa humanidad, después de la caída de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
“La dictadura lo estuvo protegiendo durante diez años, pero como se acabó, Hurtado aprovechó la coyuntura y se refugió en los Estados Unidos, queriendo mostrarse como un perseguido político. Él sabía que cambiaban las reglas de juego con la democracia y que los organismos de derechos humanos no le iban a perdonar sus crímenes”, expresó.
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