La oportunidad que está abierta para que el país redefina su política de comunicaciones y la participación de inversionistas privados, promoviendo una licitación internacional de los servicios de telefonía que han estado a cargo de Telefónica de España (actual Telefónica Móviles), logrando mejoras en tarifas y tecnología, está a punto de frustrarse porque el gobierno aprista a punto de retirarse se ha empeñado en sacar contra el tiempo la renovación de dos de los contrato iniciales por otros veinte años.
Dos décadas más de lo mismo, es lo que se ha propuesto el Ministerio de Transportes y Comunicaciones al tratar este asunto con una estrategia de “hechos consumados”, que supone que el “interés nacional” sería que la actual concesionaria se quede, aumentando sus millonarias utilidades y ejerciendo posiciones de dominio de mercado que ya han sido denunciadas por sus competidores. Cuando podemos cerrar la era Telefónica y dar la oportunidad para que un mayor número de empresas operadoras, más modernas y eficientes, puedan operar en el mercado, los señores García, Cornejo y otros quieren mantener el estatu quo y decidir sobre un asunto que regirá en el período en el que ya no serán gobierno.
EXTRAÑO APUROSegún lo pudo comprobar el equipo de transferencia del nuevo gobierno en el sector energía y Minas, la celeridad renovadora tiene su epicentro en el viceministerio de Comunicaciones, a cargo de Jorge Luis Cuba Hidalgo (uno de los “cocos”, que trabajan para Cornejo), que ha dado un trámite excepcionalmente veloz, de enero a la fecha, a la solicitud de renovación que presentó Telefónica Móviles S.A., desde 21 de setiembre del 2009.
Este pedido hacía referencia a la concesión otorgada por Resolución Ministerial N° 373-91-TC/15.17 (para telefonía móvil en la banda 800MHz) y concesión con RM N° 440-91-TC/15.17 (banda 1900 MHz) en Lima y Callao, hace 20 años. Tales contratos vencían, respectivamente, el 26 de mayo y el 28 de junio de este año.
En lugar de asumir que sobre este punto era imprescindible la opinión de Ollanta Humala y su gobierno, el viceministro entendió que su tarea era conseguir la renovación como si él fuera un empleado de Telefónica.
Para la congresista nacionalista Susana Vilca, de la Comisión de Transportes y voceada para ocupar la cartera ministerial del sector, ha habido un sospechoso apresuramiento desde el mes de enero, en relación al pedido de la empresa española.
La empresa fue respaldada en su pretensión por un informe legal emitido por la Dirección General de Concesiones en Comunicaciones, así como por un informe de evaluación de OSIPTEL que le habría otorgado el visto bueno a este pedido.
Según documentación oficial de este sector, la entidad reguladora ha determinado que ambos contratos serían renovados por 19 años, dos meses y quince días.
Lo que llama la atención en este proceso es que las fechas corren a mucha mayor velocidad que lo normal. Un dato para entender lo que ha ido pasando: el 1 de julio 2011 la empresa envía una comunicación para ajustar la contraprestación que ofrece por la renovación, y es respondida el mismo día por el viceministro.
LICITACIÓN INTERNACIONALPara los responsables de la transferencia del sector, la actual administración no debió entrar a una negociación directa con la empresa, sino llamar a una licitación internacional, tratándose de un contrato que debe garantizar un servicio de mejor calidad y tarifas convenientes para los millones de usuarios de Lima y Callao.
El equipo técnico señaló como responsables de lo que está pasando al ministro Enrique Cornejo, así como a la presidenta del Consejo de Ministros, Rosario Fernández, a los que se dirigieron varias veces sin obtener una explicación satisfactoria.
La congresista Vilca señaló que Telefónica tiene efectivamente la opción de renovar la concesión, pero en ninguna parte del contrato de concesión se establece que es obligatorio y que la exceptuase de participar en la licitación. No estamos en contra de Telefónica, lo que buscamos es lo mejor, lo transparente y el cumplimiento del contrato, señaló.
Además de la inconsulta renovación del contrato con esta empresa de telefonía móvil, el equipo de transferencia expresó, además, preocupación por la entrega del terminal norte de Enapu en el Callao, así como el intento de entregar a una sola empresa de televisión la concesión del espaci
EXTRAÑO APUROSegún lo pudo comprobar el equipo de transferencia del nuevo gobierno en el sector energía y Minas, la celeridad renovadora tiene su epicentro en el viceministerio de Comunicaciones, a cargo de Jorge Luis Cuba Hidalgo (uno de los “cocos”, que trabajan para Cornejo), que ha dado un trámite excepcionalmente veloz, de enero a la fecha, a la solicitud de renovación que presentó Telefónica Móviles S.A., desde 21 de setiembre del 2009.
Este pedido hacía referencia a la concesión otorgada por Resolución Ministerial N° 373-91-TC/15.17 (para telefonía móvil en la banda 800MHz) y concesión con RM N° 440-91-TC/15.17 (banda 1900 MHz) en Lima y Callao, hace 20 años. Tales contratos vencían, respectivamente, el 26 de mayo y el 28 de junio de este año.
En lugar de asumir que sobre este punto era imprescindible la opinión de Ollanta Humala y su gobierno, el viceministro entendió que su tarea era conseguir la renovación como si él fuera un empleado de Telefónica.
Para la congresista nacionalista Susana Vilca, de la Comisión de Transportes y voceada para ocupar la cartera ministerial del sector, ha habido un sospechoso apresuramiento desde el mes de enero, en relación al pedido de la empresa española.
La empresa fue respaldada en su pretensión por un informe legal emitido por la Dirección General de Concesiones en Comunicaciones, así como por un informe de evaluación de OSIPTEL que le habría otorgado el visto bueno a este pedido.
Según documentación oficial de este sector, la entidad reguladora ha determinado que ambos contratos serían renovados por 19 años, dos meses y quince días.
Lo que llama la atención en este proceso es que las fechas corren a mucha mayor velocidad que lo normal. Un dato para entender lo que ha ido pasando: el 1 de julio 2011 la empresa envía una comunicación para ajustar la contraprestación que ofrece por la renovación, y es respondida el mismo día por el viceministro.
LICITACIÓN INTERNACIONALPara los responsables de la transferencia del sector, la actual administración no debió entrar a una negociación directa con la empresa, sino llamar a una licitación internacional, tratándose de un contrato que debe garantizar un servicio de mejor calidad y tarifas convenientes para los millones de usuarios de Lima y Callao.
El equipo técnico señaló como responsables de lo que está pasando al ministro Enrique Cornejo, así como a la presidenta del Consejo de Ministros, Rosario Fernández, a los que se dirigieron varias veces sin obtener una explicación satisfactoria.
La congresista Vilca señaló que Telefónica tiene efectivamente la opción de renovar la concesión, pero en ninguna parte del contrato de concesión se establece que es obligatorio y que la exceptuase de participar en la licitación. No estamos en contra de Telefónica, lo que buscamos es lo mejor, lo transparente y el cumplimiento del contrato, señaló.
Además de la inconsulta renovación del contrato con esta empresa de telefonía móvil, el equipo de transferencia expresó, además, preocupación por la entrega del terminal norte de Enapu en el Callao, así como el intento de entregar a una sola empresa de televisión la concesión del espaci
o radioeléctrico para Televisión Digital en 15 departamentos. Este último proceso ha sido postergado hasta el 12 de agosto.
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