Los gobiernos del conservador Constantino Karamanlis (Nueva Democracia) y Andreas y Giorgios Papandreu (Socialistas del PASOK) aceptaron la deuda de los coroneles que se dedicaron a matar comunistas por encargo de la CIA entre 1967 y 1974. Esa deuda se cuadruplicó con el paso de los años.
Convertidos al neoliberalismo liberaron de impuestos a las corporaciones. Y el agujero fue llenado por más préstamos.
“Ganaron” la organización de los Juegos Olímpicos de 2004 presentando este encargo como un triunfo de Grecia. Presupuestaron 1,300 millones. Como el Alcalde Castañeda, calcularon mal. En estadios, hoteles, puertos y aeropuertos se convirtieron en 14,200 y hoy llegan a 20,000 millones.
En julio de 2008, Reinhard Siekaczek, gerente de Siemens en Grecia, huyó a Alemania. Allí reconoció haber pagado sobornos a militares y políticos de los dos partidos por 1,000 millones de euros. Las cortes de Munich lo multaron con 108,000 euros pero se niegan a extraditarlo. Ese mismo año la empresa tuvo que confesar lo mismo ante la Corte Federal de Estados Unidos.
Siemens, ahora Siemens Enterprise Communications, propiedad del Gores Group de Alec G. Gores radicado en Los Ángeles, California, fue fundada en 1847 por Werner Von Siemens y Johann Georg Halske. Uno de los símbolos de la potencia alemana (nazi en la guerra) ahora es propiedad de un grupo norteamericano.
El gigante electrónico tiene 400,000 empleados y manejó 72,000 millones de euros en 2007. Creó un sistema de órdenes especiales, manejo de sobornos y contratos falsos para “aceitar” sus operaciones pagando coimas en ciento sesenta países, entre ellos la Argentina de Menem y Fernando de la Rúa, el invitado de Alejandro Toledo.
Las investigaciones judiciales han mostrado que el flujo ilegal sólo a Grecia llegó a 10,000 millones de euros. De eso vivieron los políticos demócratas y socialistas, así como ciertos apristas peruanos querían vivir de Fortunato Canaán.
La corrupción también está asociada a la OTAN. Siemens ha reconocido que gastó diez millones de euros en sobornos para vender el antimisil Patriot en 1999, equipamiento del ejército y (¿recuerdan a Canaán?), equipamiento de hospitales.
Thyssen–Krupp, a la que Fernando Henrique Cardoso vendió la siderúrgica estatal Vale do Rio, acusada de contaminar la bahía de Sepetiba, colocó submarinos defectuosos por 5,000 millones de euros. La investigación está en curso.
A partir del 2000 las familias griegas se endeudaron con préstamos de consumo y así creció una falsa sensación de prosperidad. Como sucede en nuestro país con las construcciones de viviendas, los préstamos fueron un motor del crecimiento en 2007 y 2008.
Cuando Grecia ingresó a la zona del euro se produjo una enorme liquidez… en euros. Convertidas las deudas a euros, se proyectaron. Los banqueros franceses, alemanes, italianos, belgas, holandeses, luxemburgueses y británicos, utilizaron el dinero barato del Banco Central Europeo y la Reserva Federal norteamericana (este último interés interbancario cero) y prestaron a los bancos griegos (es decir, se prestaron a sí mismos) hasta 120,000 millones de dólares en 2007.
Cuando estalló la crisis, consiguieron que el presupuesto militar no sea tocado mientras sí se recortaban los gastos sociales. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó a Grecia reducir veinte por ciento en los presupuestos de armamentos de ambos países. Presionados por las corporaciones, los griegos no aceptaron y continuaron gastando cuatro por ciento de su PBI en armas mientras Francia gasta 2.4 por ciento y Alemania 1.4 por ciento.
Compraron seis fragatas de guerra a Francia, seis submarinos a Alemania, veintiséis F16 a Estados Unidos, veinticinco Mirage 2000 y setenta blindados VBL a Francia, aparte de misiles MICA, Exocet, Scalp y «drones» Sperwer. Fueron los mejores clientes de Sarkozy y su mafia corsa.
Cuando los bancos subieron los intereses, empezaron a prestarse para pagarlos. Y hoy deben 300,000 millones de euros.
Es claro que el pueblo griego debe repudiar la deuda en vez de rogarle salvación a Ángela Merkel.
http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2011/09/23/odiosa-deuda-griega/
Convertidos al neoliberalismo liberaron de impuestos a las corporaciones. Y el agujero fue llenado por más préstamos.
“Ganaron” la organización de los Juegos Olímpicos de 2004 presentando este encargo como un triunfo de Grecia. Presupuestaron 1,300 millones. Como el Alcalde Castañeda, calcularon mal. En estadios, hoteles, puertos y aeropuertos se convirtieron en 14,200 y hoy llegan a 20,000 millones.
En julio de 2008, Reinhard Siekaczek, gerente de Siemens en Grecia, huyó a Alemania. Allí reconoció haber pagado sobornos a militares y políticos de los dos partidos por 1,000 millones de euros. Las cortes de Munich lo multaron con 108,000 euros pero se niegan a extraditarlo. Ese mismo año la empresa tuvo que confesar lo mismo ante la Corte Federal de Estados Unidos.
Siemens, ahora Siemens Enterprise Communications, propiedad del Gores Group de Alec G. Gores radicado en Los Ángeles, California, fue fundada en 1847 por Werner Von Siemens y Johann Georg Halske. Uno de los símbolos de la potencia alemana (nazi en la guerra) ahora es propiedad de un grupo norteamericano.
El gigante electrónico tiene 400,000 empleados y manejó 72,000 millones de euros en 2007. Creó un sistema de órdenes especiales, manejo de sobornos y contratos falsos para “aceitar” sus operaciones pagando coimas en ciento sesenta países, entre ellos la Argentina de Menem y Fernando de la Rúa, el invitado de Alejandro Toledo.
Las investigaciones judiciales han mostrado que el flujo ilegal sólo a Grecia llegó a 10,000 millones de euros. De eso vivieron los políticos demócratas y socialistas, así como ciertos apristas peruanos querían vivir de Fortunato Canaán.
La corrupción también está asociada a la OTAN. Siemens ha reconocido que gastó diez millones de euros en sobornos para vender el antimisil Patriot en 1999, equipamiento del ejército y (¿recuerdan a Canaán?), equipamiento de hospitales.
Thyssen–Krupp, a la que Fernando Henrique Cardoso vendió la siderúrgica estatal Vale do Rio, acusada de contaminar la bahía de Sepetiba, colocó submarinos defectuosos por 5,000 millones de euros. La investigación está en curso.
A partir del 2000 las familias griegas se endeudaron con préstamos de consumo y así creció una falsa sensación de prosperidad. Como sucede en nuestro país con las construcciones de viviendas, los préstamos fueron un motor del crecimiento en 2007 y 2008.
Cuando Grecia ingresó a la zona del euro se produjo una enorme liquidez… en euros. Convertidas las deudas a euros, se proyectaron. Los banqueros franceses, alemanes, italianos, belgas, holandeses, luxemburgueses y británicos, utilizaron el dinero barato del Banco Central Europeo y la Reserva Federal norteamericana (este último interés interbancario cero) y prestaron a los bancos griegos (es decir, se prestaron a sí mismos) hasta 120,000 millones de dólares en 2007.
Cuando estalló la crisis, consiguieron que el presupuesto militar no sea tocado mientras sí se recortaban los gastos sociales. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó a Grecia reducir veinte por ciento en los presupuestos de armamentos de ambos países. Presionados por las corporaciones, los griegos no aceptaron y continuaron gastando cuatro por ciento de su PBI en armas mientras Francia gasta 2.4 por ciento y Alemania 1.4 por ciento.
Compraron seis fragatas de guerra a Francia, seis submarinos a Alemania, veintiséis F16 a Estados Unidos, veinticinco Mirage 2000 y setenta blindados VBL a Francia, aparte de misiles MICA, Exocet, Scalp y «drones» Sperwer. Fueron los mejores clientes de Sarkozy y su mafia corsa.
Cuando los bancos subieron los intereses, empezaron a prestarse para pagarlos. Y hoy deben 300,000 millones de euros.
Es claro que el pueblo griego debe repudiar la deuda en vez de rogarle salvación a Ángela Merkel.
http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2011/09/23/odiosa-deuda-griega/
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