martes, 20 de noviembre de 2012

Más de 100 víctimas
Los palestinos, sin tregua
 
Continúa el bombardeo de Gaza: son ya más de cien los muertos entre la población civil y aumenta la proporción de mujeres y niños entre los heridos. En El Cairo iniciaron las negociaciones para un alto el fuego. Hamas pone sus condiciones: "Alto a la política de homicidios selectivos. Deben dejar de matar a civiles. Deben levantar el asedio de Gaza", dice a Il Manifesto Ghazi Hamad, viceministro de Exteriores. Después de días de silencio interviene el presidente de EE.UU., Barack Obama: en una llamada telefónica al presidente egipcio Morsi pide que Hamas ponga fin al lanzamiento de cohetes contra Israel.Enviado a Gaza,
"Es dura esta ofensiva israelí, llegan continuamente muertos y heridos. Entre éstos, el número de mujeres y niños supera el de hombres ", explica Ibrahim Jirjawi, enfermero en la sala de urgencias del hospital de Shifa, en Gaza. Habla en voz alta Jirjawi; a su alrededor hay decenas de personas moviéndose: familiares de heridos, voluntarios, curiosos de los que se tienen que ocupar con gran esfuerzo los encargados de la seguridad. Al ritmo frenético de estos últimos días se suma la presencia constante en el hospital Shifa de periodistas, incluidos los extranjeros que han llegado a Gaza ante la ofensiva terrestre israelí - aquí todo el mundo la da por hecho si en las negociaciones de El Cairo no habrá acuerdo de alto el fuego entre Israel y el liderazgo de Hamas. Para agravar el caos ayer estaban los guardaespaldas del presidente del Parlamento egipcio, Said Katatni (Hermanos Musulmanes), que llegó a Gaza para expresar su solidaridad con la población civil y el gobierno de Hamas. Hoy (martes) llega la delegación de la Liga Árabe, junto con el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.
 
"El aumento del porcentaje de mujeres y niños se debe a los ataques que han lanzado desde el domingo los israelíes contra casas de civiles", explica Jirjawi refiriéndose a la masacre de la familia Dalu: 10 muertos, seis mujeres y cuatro niños pequeños. Un portavoz militar israelí trató de explicar por qué lanzaron, a las 14.30 horas del domingo, la bomba de gran potencia contra el edificio de tres pisos entre Sheikh Radwan y Nasser. El objetivo, dijo, era una casa cercana, donde se hallaba uno de los "responsables de los ataques con cohetes contra Israel." Por "error" la bomba cayó en el edificio de la familia Dalu y mató a Samah, la joven madre, y sus cuatro hijos: Jamal, de 2 años, Yousef, 4; Sarah, 7; Ibrahim, 12 meses, y otras cinco personas. Los equipos de rescate ayer todavía no habían encontrado los cuerpos de dos primos jóvenes, Yara y Mohammed Dalu. La explosión de la bomba mató también a una anciana y un joven en una casa cercana: Ameena Mauzannar, de 83 años, y Muzannar Abdullah, de 19. Sin olvidar a los nueve heridos, entre ellos tres niños y dos mujeres. Israel además lanzó ayer ataques contra los centros de prensa: volvió a atacar el Media Center del edificio Shouruq, donde mató a un líder militar local de la Yihad Islami.

"Esta ofensiva israelí es distinta de "Plomo Fundido", la operación efectuada entre diciembre de 2008 y enero de 2009, (1.300 palestinos muertos), dice Khalil Shahin, vicedirector del Centro Palestino para los Derechos Humanos en Gaza: "Hace cuatro años, Israel golpeó inmediatamente con brutalidad extrema. En los primeros ataques causó 251 muertes. Ahora nos enfrentamos a una operación programada desde hace algún tiempo y compuesta por varias etapas". Según Shahin, " el gobierno de Netanyahu optó por no provocar al principio un alto número de víctimas palestinas para evitar las críticas internacionales; ahora, con una nueva escalada controlada, unida un intenso trabajo mediático destinado a culpar a los palestinos de toda la responsabilidad, está aumentando la agresividad y el peligro de los ataques aéreos contra objetivos incluso en zonas densamente pobladas ". Por ello, concluye el activista de derechos humanos, "se espera que aumente el número de civiles muertos: entre los más de 100 muertos palestinos ya hay 18 niños y 12 mujeres, el 30% de las víctimas, y este porcentaje se eleva al 50% entre los heridos".
 
Son datos que ha confirmado también el Comité Italiano para UNICEF, que ayer informó de que, además de los 18 niños palestinos que han perdido la vida, otros 252 han resultado heridos desde el comienzo de de la campaña israelí (también hay niños entre los 50 civiles israelíes heridos). Sin embargo, la agencia de la ONU subraya que en estos momentos es alarmante la situación sanitaria en Gaza: "Los hospitales están saturados debido a la afluencia de heridos y se han agotado rápidamente las existencias de ciertos medicamentos". Según UNICEF, además, si Israel decide mantener cerrada durante mucho tiempo la frontera de Kerem Shalom, "provocará pronto una escasez de combustible con consecuencias graves para el funcionamiento de los servicios esenciales ya a finales de noviembre, cuando se agoten las existencias de combustible".
 
Los bombardeos están teniendo un gran efecto también en las infraestructuras civiles, que nunca han sido totalmente reconstruidas después de "Plomo Fundido". Hay 30 escuelas afectadas por explosiones de bombas. Entre ellas, cinco gestionadas por UNRWA (ONU). Hay daños en algunas redes hídricas, pozos y cisternas. Los hospitales aguantan aunque con dificultad cada vez mayor por el esfuerzo excepcional que están haciendo para ayudar a los heridos, pero ahora empiezan a notar una bajada importante de reservas de medicamentos y equipos de primeros auxilios. Según Medhat Abbas, director del hospital Shifa, en su estructura ya han utilizado el 40% de sus reservas para situaciones de emergencia. "La necesidad de ahorrar disminuye la calidad de nuestro trabajo, a pesar de que los médicos y enfermeros están haciendo un trabajo excepcional en las circunstancias en las que se ven obligados a trabajar". Los egipcios están echando una mano a los palestinos acogiendo en el hospital de El Arish a bastantes heridos graves. Un grupo de 38 oenegés lanzó ayer un llamamiento a la comunidad internacional para evitar una crisis humanitaria.
 
Pero la crisis en Gaza, quitando la emergencia impuesta por el ataque lanzado por Israel, era y sigue siendo política, con 1.700.000 palestinos que piden libertad y no estar encerrados en lo que se considera hoy la mayor cárcel del mundo. Libertad que el gobierno israelí no parece dispuesto a conceder. De hecho,cada día que pasa, las operaciones militares contra Gaza se vuelven más y más duras. No pocos israelíes piden mano aún más dura. Entre ellos destaca Gilad Sharon, hijo del ex primer ministro, halcón de derecha, Ariel Sharon: "Tenemos que arrasar barrios enteros de Gaza. Arrasar Gaza entera. Los estadounidenses no se detuvieron ante Hiroshima. Como los japoneses no se rindieron lo suficientemente rápido, también atacaron Nagasaki", ha escrito en el Jerusalem Post. Palabras que no merecen comentario.

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