El procurador Pedro Gamarra sostuvo ayer que apelará al arresto domiciliario que favorece al Fujimorista Juan Carlos Hurtado Miller. “Queremos ver la resolución por la cual se ha dictado arresto domiciliario para luego apelarla”, señaló.
Para el abogado de Miller, Julio Espinoza, el arresto domiciliario le corresponde a la avanzada edad de su patrocinado (70 años) y a su disposición a colaborar con el proceso.
Gamarra dijo que es muy raro lo hayan liberado a Miller porque es procesado por los delitos de asociación ilícita y colusión, por haber recibido US$ 334,000 de Vladimiro Montesinos para financiar su campaña a la alcaldía de Lima en 1998. El procurador indicó también que el delito de peculado, que habría prescrito, ya había sido apelado ante la sala superior.
Miller fue el primer ministro y ministro de Economía de Fujimori en la época del fujishock. En 1998, luego de varios años fuera del gobierno, fue reconvocado por Absalón Vásquez que le propuso ser candidato a la alcaldía de Lima por Vamos Vecino. Según explica entre las condiciones exigidas estaba que la campaña se la pagara la gente del gobierno, para lo que presentó un presupuesto de 400 mil dólares. Fue en ese momento que Vásquez le dijo que el coordinador general de la campaña a nivel nacional era Vladimiro Montesinos.
“Nunca había visto a Montesinos ni hablado con él -revela Hurtado- hasta ese mes de agosto de 1998. Montesinos manifestó en esa oportunidad que iba a eliminar del presupuesto la partida destinada a dos vehículos puesto que él me iba a dar uno. Luego, me citó para el 11 de agosto y me entregó, en sobres específicos (para cada partida), que los tengo archivados, 334,000 dólares. En el vídeo se puede apreciar que saca el dinero de un sobre, lo cuenta y lo vuelve a guardar y así sucesivamente. Luego, yo firmo un recibo”, indicó la revista Caretas.
La escena fue filmada en otra sala dentro del mismo SIN, y en ella participa el publicista Daniel Borobbio que se iba a hacer cargo de los aspectos de propaganda de la disputa electoral. Hurtado explica además que tuvo unas cuatro o cinco reuniones más con Montesinos, siempre con Borobbio para tratar los temas de la campaña. A partir del 10 de setiembre, es decir 28 días antes de las elecciones, no vuelvo a ver a Montesinos. Creo que cuando sobrepasé el 30 por ciento de aceptación en las encuestas me consideraron peligroso para las presidenciales del 2000, por eso me llamaron para el Ministerio de Industria en 1999.
“El dinero que me dio Montesinos no era del Estado sino de empresarios de Gamarra, al menos eso es lo que me dijeron. Además, presenté una rendición de cuentas, en diciembre de 1998, por la suma de 639,000 dólares a Vamos Vecino y a Vladimiro Montesinos. Acá tengo los recibos de todos los gastos. Acá están los pagos que les hice a mis asesores. (Según él, su equipo técnico lo conformaron Leoní Roca, Rosa María Palacios, Roxana Pajuelo y Javier Pacheco). Yo tuve que aportar los 300 mil dólares de diferencia. Es decir, finalmente me engañaron, no me pagaron esa diferencia y me abandonaron al final de la campaña”, indicó la referida revista.
En su defensa añade que el 12 de marzo de 1999, el Servicio Nacional de Inteligencia, que es una unidad ejecutora del pliego Presidencia y Consejo de Ministros, presentó sus cuentas y no incluyó el dinero que le fue entregado, lo que probaría que no se trataba de fondos estatales. Claro, si el contralor sería para cubrir el uso a discreción de los dineros del SIN por parte de Vladimiro Montesinos jefe de campañas electorales, procurador judicial, responsable de medios de comunicación, operador de grupos paramilitares, organizador de la bancada, comandante de todos los comandantes generales, viejo hombre de inteligencia, tío de Kenji, entre otros tantos servicios a la nación.
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