Sobre el éxodo masivo desde el dólar hacia las nuevas zonas de
divisas
Destaquemos que las cifras sobre el PIB son oficiales, es decir seriamente
infladas (tanto a costa de reducir las cifras de la inflación, como gracias a
los diferentes trucos estadísticos, tipo indicadores “hedonistas”). Pero incluso
así resulta que el PIB por persona, teniendo en cuenta los índices del aumento
demográfico en los EE.UU., está bajando. Lo cual en parte explica la decisión
del SRF de emitir.
El caso es que en la situación actual es imposible realizar ningún pronóstico
más o menos optimista. Aunque en su pronóstico el SRF ha introducido la mejora a
largo plazo, más exactamente, se prevé que los siguientes dos años la economía
de los EE.UU. se va a desarrollar a un ritmo acelerado. Así en los años 2013 y
2014 se espera el crecimiento del PIB al nivel del 3% y 3,8%, frente a los
cálculos anteriores de un 2,8% y 3,5%. El paro irá bajando hasta el nivel de
7,9% y 7,3%, en el informe de junio esos indicadores estaban en 8,0% y 7,7%
respectivamente. Sin embargo todos comprenden de que se trata de puros inventos
preelectorales – no existe ninguna base real para tal optimismo. ¿Y qué pueden
hacer las autoridades monetarias en semejante situación?
El SRF encima tiene un problema más: una clara aceleración en la formación de
las zonas de divisas independientes en el mundo. Las autoridades monetarias
estadounidenses luchan activamente con el fenómeno, pero no logran casi nada, y
en resumidas cuentas no lo podrán lograr, pues los procesos objetivos siguen su
curso. Pero a medida de que estas zonas alternativas se vayan afianzando el
interés por el dólar se irá reduciendo drásticamente, y esto para los EE.UU.
actuales representa una catástrofe. Porque sin la compra por todo el mundo de
sus obligaciones del tesoro será muy difícil financiar los presupuestos del
estado.
O más exactamente, ello será posible gracias a la pura emisión, es decir que
habrá que aumentar su volumen ¡con la paralela reducción de la esfera de
circulación del dólar! Lo cual no simplemente aumentará la inflación, sino que
la llevará a un nivel altísimo. Y eso, a su vez, provocará la destrucción del
sector real de la economía de los Estados Unidos. Tal y como había ocurrido en
Rusia en los años 90.
En realidad, precisamente la comprensión de esa circunstancia es la que
obliga a todos a acelerar la salida del dólar – cuanto más rápido, cuanto antes
se haga, menores serán las pérdidas. Claro está, que aquellos que han acumulado
grandes reservas del dólar saldrán perdiendo – pero es otro motivo para no
acumularlas todavía más. No obstante, aquí existen las sutilezas políticas
tácticas, así que no vamos a criticar demasiado fuerte a los que hoy compran los
billetes norteamericanos.
En cualquier caso, para las autoridades monetarias estadounidenses es de
fundamental importancia frenar a cualquier precio el proceso de la aparición de
las zonas de divisas alternativas. Es una de las causas por las que el
adelantamiento de la emisión del dólar en ningún caso representa una buena
decisión. Aunque hoy ya no se ve ninguna buena decisión – de todas maneras
Bernanke estuvo aguantando hasta el final. Lo más ridículo que puede pasar es
que Obama finalmente pierda las elecciones presidenciales – porque Romney ya ha
declarado en público que imprimir más dólares no tenía sentido.
En general será muy interesante observar la continuación de la política de la
administración norteamericana (da igual si la encabeza Obama o Romney). No se
vislumbra ninguna buena salida a la situación, pero tampoco se puede permanecer
con los brazos cruzados, aparte de que esto no cuadra con el estilo
norteamericano. Lo que inventen después de las elecciones es una gran incógnita,
pero antes o después deberán reconocer en público que el papel que los Estados
Unidos juegan en el mundo debe reducirse sustancialmente. Lo cual hará que se
presenten muchas cuentas, incluso no tanto financieras como políticas. A los
EE.UU. no les gusta pagar y no saben hacerlo, así que empezarán a estamparlos
con los morros contra la mesa de una manera muy dolorosa. La historia con el
asesinato de su embajador es muy característica – el golpe es extremadamente
doloroso, pero cómo contestar no está nada claro. Y tengo la sensación de que
semejante situación pronto será muy típica.
Lo más triste (naturalmente para los norteamericanos) es que las autoridades
monetarias del país, que en teoría deberían de “manejar” la situación o, al
menos, decir la verdad a los políticos, no lo hacen. Más exactamente, no pueden,
porque no poseen la teoría de la crisis. Como consecuencia, los políticos todo
el tiempo elaboran pronósticos que exigen recursos, que para cuando son
necesarios resulta que no los hay. Es una situación bastante típica para el
ocaso del imperio, pero no por ello menos destructiva. Y nosotros en un tiempo
muy cercano tendremos que ver las consecuencias de esta situación.
Traducción directa del ruso de Arturo Marián Llanos
Odnako.org
El pasado jueves fue hecha pública
no solamente la información acerca del comienzo del programa de emisión
monetaria de turno del Sistema de Reserva Federal de los EE.UU., sino también
los datos acerca del crecimiento económico. Esos datos no resultan demasiado
optimistas. El SRF ha rebajado el pronóstico acerca del ritmo de crecimiento de
la economía norteamericana. Sus expertos opinan que en 2012 el crecimiento del
PIB de los EE.UU. se mantendrá dentro del límite de 1,7% - 2,0%, desmintiendo el
pronóstico hecho en junio sobre un crecimiento de 1,9% - 2,4%.
Además, ha subido el pronóstico sobre el crecimiento de la inflación. No hay
nada extraño en eso en la situación del aumento de la emisión, aunque hablar de
la inflación cuando existen dos tendencias contrarias – deflacionistas (debido a
la bajada de la demanda particular) y la inflacionista (debido a la emisión) es
bastante difícil. En cualquier caso los expertos del SRF esperan que en 2012 su
nivel no supere el 1,8%, aunque antes supusieron que no superaría el 1,7%.
También se han confirmado los pronósticos sobre el nivel del paro, que este año
debe quedar en los límites del 8,2%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario