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Un doble atentado suicida dejó al menos 88 muertos, la mayoría jóvenes reclutas, y otras 105 personas heridas. El ataque, registrado este viernes y atribuido a Al Qaeda “para vengar a Osama Bin Laden”, tuvo como blanco una academia de un cuerpo de las fuerzas de seguridad en el norte de Pakistán, informaron fuentes policiales.
“Es el primer acto de venganza por el martirio de Osama” aseguró a través de una llamada telefónica Ehsanullah Ehsan, vocero del Movimiento Talibán del Pakistán (TTP), aliado de Al Qaeda desde 2007, indicó la agencia de noticias AFP.
“Esperen otros ataques más masivos en Pakistán y Afganistán”, advirtió el dirigente de la mencionada organización.
El atentado se registró en la ciudad de Charsadda, cerca de Peshawar (Pakistán), cuando reclutas de la Guardia de Fronteras se preparaban para regresar a sus casas tras varios días de entrenamiento.
De acuerdo a declaraciones de la Policía, unos 15 cadáveres quedaron totalmente calcinados, hecho que elevó a 105 la cifra de heridos a causa del doble ataque.
Se conoció que una veintena de vehículos quedaron destrozados debido a las dos explosiones.
El jefe de la policía de Charsadda, Nisar Khan Marwat, relató que el atentado fue obra de un atacante suicida que se desplazaba en una moto e hizo detonar los explosivos en las inmediaciones de la entrada del centro cuando los reclutas estaban cargando sus pertenencias a un autobús.
Casi al instante de sentirse la primera detonación se produjo una segunda explosión, pero todavía no se ha determinado si esta también ha sido causada por un suicida.
Se trata del primer ataque, de tal envergadura, desde la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, quien fue asesinado por tropas estadounidenses el pasado 1 de mayo.
Tras conocerse la noticia sobre la muerte de Osama, los talibanes advirtieron que la actuación de Estados Unidos tendría consecuencias, sobre todo para los líderes políticos paquistaníes, incluido el presidente Asif Ali Zardari, el ejército de Pakistán y las instalaciones estadounidenses en los países asiáticos.
“Ahora los gobernantes de Pakistán, el presidente Zardari y el ejército serán nuestro primer objetivo. América será nuestro segundo objetivo”, aseguró entonces Ehsanullah Ehsan.
El blanco de este viernes, Guardia de Frontera, lleva a cabo continuas operaciones contra la insurgencia talibán en el noroeste paquistaní, formalmente son una fuerza de seguridad separada del Ejército y bajo el departamento policial.
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