La compañía operadora de la central averiada de Fukushima-1, TEPCO, inició este martes el traslado del agua altamente radiactiva del reactor número dos a cisternas especiales.
Según la información suministrada por la agencia Kyodo, especialistas tendrán que trasladar un total de 10 mil metros cúbicos del agua contaminada con yodo y cesio, hasta el próximo 26 de abril.
Ingenieros nipones tratan de evitar filtraciones del agua radiactiva desde el sistema de drenaje de la central al Pacífico.
Los robots detectaron el pasado domingo que el nivel de radiación fue de 10 a 49 milisievert por hora, en el primer reactor, y de 28 a 57, en el reactor número tres. La radiación en el tercero se encuentra en un nivel entre 94 y 99 por ciento, superior al permitido.
El devastador terremoto de 9.0 grados de magnitud y el posterior tsunami que sacudieron Japón, el pasado 11 de marzo, dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración en la central nuclear de Fukushima-1, lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas del material radiactivo.
Una serie de incendios y una explosión de hidrógeno se produjeron en el reactor número cuatro, lo que provocó destrucciones de techo y paredes de su edificio.
Anteriormente, las autoridades niponas reportaron deterioro de 70 por ciento de las barras de combustible del primer reactor y 33 por ciento del segundo, por lo que evacuaron a la población en un radio de 20 kilómetros cercano a las plantas y prohibieron los vuelos en un perímetro de 30 kilómetros.
Poco después se reportó sobre la contaminación radiactiva del aire, el agua marina y potable y los alimentos, en particular, con isótopos de yodo y cesio.
La compañía operadora de la central averiada de Fukushima-1, TEPCO, inició este martes el traslado del agua altamente radiactiva del reactor número dos a cisternas especiales.Según la información suministrada por la agencia Kyodo, especialistas tendrán que trasladar un total de 10 mil metros cúbicos del agua contaminada con yodo y cesio, hasta el próximo 26 de abril.
Ingenieros nipones tratan de evitar filtraciones del agua radiactiva desde el sistema de drenaje de la central al Pacífico.
Los robots detectaron el pasado domingo que el nivel de radiación fue de 10 a 49 milisievert por hora, en el primer reactor, y de 28 a 57, en el reactor número tres. La radiación en el tercero se encuentra en un nivel entre 94 y 99 por ciento, superior al permitido.
El devastador terremoto de 9.0 grados de magnitud y el posterior tsunami que sacudieron Japón, el pasado 11 de marzo, dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración en la central nuclear de Fukushima-1, lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas del material radiactivo.
Una serie de incendios y una explosión de hidrógeno se produjeron en el reactor número cuatro, lo que provocó destrucciones de techo y paredes de su edificio.
Anteriormente, las autoridades niponas reportaron deterioro de 70 por ciento de las barras de combustible del primer reactor y 33 por ciento del segundo, por lo que evacuaron a la población en un radio de 20 kilómetros cercano a las plantas y prohibieron los vuelos en un perímetro de 30 kilómetros.
Poco después se reportó sobre la contaminación radiactiva del aire, el agua marina y potable y los alimentos, en particular, con isótopos de yodo y cesio.
Según la información suministrada por la agencia Kyodo, especialistas tendrán que trasladar un total de 10 mil metros cúbicos del agua contaminada con yodo y cesio, hasta el próximo 26 de abril.
Ingenieros nipones tratan de evitar filtraciones del agua radiactiva desde el sistema de drenaje de la central al Pacífico.
Los robots detectaron el pasado domingo que el nivel de radiación fue de 10 a 49 milisievert por hora, en el primer reactor, y de 28 a 57, en el reactor número tres. La radiación en el tercero se encuentra en un nivel entre 94 y 99 por ciento, superior al permitido.
El devastador terremoto de 9.0 grados de magnitud y el posterior tsunami que sacudieron Japón, el pasado 11 de marzo, dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración en la central nuclear de Fukushima-1, lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas del material radiactivo.
Una serie de incendios y una explosión de hidrógeno se produjeron en el reactor número cuatro, lo que provocó destrucciones de techo y paredes de su edificio.
Anteriormente, las autoridades niponas reportaron deterioro de 70 por ciento de las barras de combustible del primer reactor y 33 por ciento del segundo, por lo que evacuaron a la población en un radio de 20 kilómetros cercano a las plantas y prohibieron los vuelos en un perímetro de 30 kilómetros.
Poco después se reportó sobre la contaminación radiactiva del aire, el agua marina y potable y los alimentos, en particular, con isótopos de yodo y cesio.
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